Según una colección de estudios, los baterías son los más
inteligentes de los grupos, debido a una serie de factores relacionados
con hacer funcionar una sección rítmica.
La noticia llega a través de Polymic, que ha recopilado una serie de informes de las universidades de Oxford y Harvard, entre otras.
Popularmente el prototipo de los instumentistas de un grupo suele
este: el batería suele ser considerado “el loco” del grupo, el bajista
es “el raro”, dejando el mayor protagonismo popular – sobre todo de cara
a las chicas- a los guitarras y, por supuesto, a los cantantes,
normalmente considerados “donjuanes” aunque sean más feos que Picio. Es
el glamour de estar sobre un escenario, en general, pero con predominio
de las seis cuerdas y el micro.
Lo cierto es que un batería tiene que coordinar varios ritmos a la
vez, y pies y manos ( y a veces voz, porque hay baterías que cantan) y
crear un todo armónico. Una batería tiene más elementos que cualquier
otro instrumento típico del pop-rock (timbales, timbal base, caja,
platos, chaston, bombo, que puede ser doble, etc…).
Pero volviendo a los citados estudios, los investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo
descubrieron que los baterías que lograron en una prueba mantener un
ritmo más ajustado, también obtuvieron los mejores resultados en una
prueba de inteligencia de 60 preguntas. Parece ser que tienen una mayor
habilidad para resolver problemas, y para crear un ambiente mejor entre
los que les rodean.
Además de eso, otros estudios indican que la música rítmica hace a la gente más inteligente. Una universidad de Washington ha afirmado que obtienen mejores notas los participantes en terapias de sonido y “rhythmic light”. La universidad de Texas añade que estas terapias de ritmo tienen en los niños con ADD (trastorno por déficit de atención por hiperactividad) un efecto similar al Ritalin, y que, además, su coeficiente intelectual crece.
Oxford dice que los baterías cuando se juntan a
tocar producen una especie de “subida natural”, que intensifica los
umbrales de felicidad y de dolor (¿podría explicar esto a Keith Moon?), y Harvard asegura que los baterías que pierden el ritmo es porque siguen el ritmo de la tierra, que se mueve en ondas, no como un reloj.
Así que ya saben, es bueno rodearse de baterías y percusionistas. Son
listos y armónicos aunque a veces parezca que están como una regadera.
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